El cifrado americano es un sistema que, si bien no es un sustituto del lenguaje musical (solfeo), si contribuye a una lectura rápida de las notas musicales. Se trata de una forma de escribir música sencilla e intuitiva, que permite leer fácilmente los acordes de los que está compuesta una pieza. Es ideal para principiantes, ya que cada letra corresponde a un acorde determinado y así se evita tener delante una partitura tradicional. En este post te vamos a enseñar qué es el cifrado americano, que también impartimos en nuestra academia de música de Sabadell, así como las principales nociones que debes tener si deseas utilizarlo para tocar el piano o la guitarra, por ejemplo.

Como seguro sabrás, las notas musicales son siete: do, re, mi, fa, sol, la y si. De cada una de ellas se puede desprender un acorde (que es una unidad armónica que se crea cuando tocamos a la vez tres o más notas musicales). Por ejemplo, un acorde de do puede ser do-mi-sol. Este sería un acorde de tríada, ya que incorpora tres notas. Aunque hay muchos tipos de acordes y distintas precisiones que se les pueden dar. Pero como este artículo no pretende ser un tratado de solfeo, vamos a centrarnos en los aspectos más básicos para entender cómo funciona el cifrado americano.

El significado de las letras

El cifrado americano “traduce” las notas que deberían figurar en una partitura mediante una letra mayúscula. La A equivale a un acorde de la, la B a uno de si, la C a un acorde de do, la D a uno de re, la E a un acorde de mi, la F a uno de fa -este es el más fácil de recordar- y la G a un acorde de sol. Un total de siete letras. Por ejemplo, si sobre el papel está escrita una C sabremos que lo que corresponde es un acorde de do.

Pero cada uno de estos acordes puede ser de un tipo: mayor, menor, aumentado, disminuido, con séptima, con tonalidad sostenida o bemol… Para los más profanos en la materia, os queremos explicar un truco muy sencillo. Porque si al tocar un acorde suena triste, suele ser menor. Y si el sonido es alegre, mayor. En ellos nos vamos a centrar. Y cada uno de estos matices también se puede plasmar en el cifrado americano, como verás a continuación.

Letras y números adicionales

Para registrar un acorde mayor mediante el sistema de cifrado americano, la letra mayúscula va sola, sin ningún símbolo más que la acompañe. Así, una B que está solitaria sobre el papel significará que estamos ante un acorde de si mayor. Por el contrario, si la triada que se ha de tocar es menor, junto a la letra irá una ‘m’ minúscula (esta es la grafía más frecuente).

También puede ocurrir que nos encontremos con un número 7 junto a la letra que designa el acorde. ¡Tranquilo, esto no quiere decir que tengas que tocar siete notas a la vez! Simplemente significa que a las tres notas principales del acorde has de añadir una cuarta para tocarla a la vez. Esta cuarta nota es la misma que la tónica -la primera nota del acorde-, pero una octava “más arriba”. Por ejemplo: re-fa-la-re. El último re, si imaginamos el teclado de un piano, será el re de la escala superior, la inmediatamente siguiente a la derecha. Si te suena a chino, debes saber que solamente se refiere a que suene, como extra, la misma nota que la primera (en el ejemplo, el re) pero más aguda.

Acordes suspendidos

Otra de las posibles variaciones fáciles que puedes encontrar en el cifrado americano es el signo
‘sus’. Su significado es el de acorde suspendido, que no es otra cosa que modificar la nota que va en medio de las otras dos. Subiendo o bajando un tono, o medio. Si tocamos mi-sol-si, ese sol lo reemplazaríamos, por tanto, por otra nota diferente. La letra seguiría siendo E en este caso, pero llevaría las letras ‘sus’ al lado. Existen diversas clases de acordes suspendidos, pero para no complicarte la vida mejor lo dejamos para otra ocasión 🙂

En esencia, el sonido de un acorde de estas características es muy peculiar. Crea tensión, es algo no acabado, y por eso antes de pasar al siguiente se suele dar el toque final. ¿Cuál es ese toque? Después de tocar el acorde ‘sus’, se toca una vez el acorde “normal”, como si no llevara el símbolo de suspendido.

Regla mnemotécnica

En la teoría de la música existen varias reglas mnemotécnicas que se suelen enseñar en las academias de música. Y nosotros queremos aportar, de cosecha propia, una para recordar el contenido real de las letras del cifrado americano. Al principio de trabajar con este sistema, y sobre todo si estás acostumbrado a la partitura de siempre, puede resultarte complicado sustituir mentalmente una letra por un determinado acorde. Y más al tener que hacerlo rápido. Por esta razón, te vamos a dar una pequeña posible guía por si quieres utilizarla. ¿Comenzamos? ¡Está permitido reírse!

• A. Para acordarte de que la letra a se refiere al acorde de la, solo tienes que suprimir la “l”.
• B. Si piensas en besitos, enseguida relacionarás la B con el si (be-si-tos).
• C. Conduzcas o no, seguro que has oído el término ‘ceda el paso’. Por tanto, cuando te encuentres con la C, piensa en ti diciendo “cedo el paso”. Y ahí lo tienes, porque C es acorde de do (ce-do).
• D. Quizá no sabes catalán, pero no será difícil que memorices que “de res” en dicho idioma significa “de nada”, una expresión muy frecuente. En nuestro centro de música de Sabadell hablamos castellano y catalán con la misma frecuencia. Por eso se nos ha ocurrido que esta pequeña frase puede ayudarte a identificar la D como acorde de re (de-res). ¡De nada!
• E. Emiratos Árabes Unidos (e-mi-…), porque E simboliza un acorde de mi.
• F. En este no nos hemos roto los sesos: F de Fa.
• G. La letra g en la ropa normalmente indica una talla grande. ¿Y qué hay más grande que el sol? Bueno sí, el sistema solar, las galaxias, el universo… Pero, con tu permiso, puede ser una manera de que relaciones la G del acorde de sol con lo grande que es esta estrella.

¿Quieres utilizar como nadie el cifrado americano? Llama al 93 024 73 81 o envíanos un correo a totmusicasabadell@gmail.com.